Enfrentamiento

Hoy he tenido que enfrentarme a mis miedos, a mi falta de fe. A no querer dejar ir. A aferrarse a una esperanza que no existe, amar de lejos, tener eso como regalo. Dejar que un abrazo, una mirada y una sonrisa cariñosa fueran suficiente.

No quiero, realmente tener que someterme y tener que creerle a Dios. Ser capaz de ser transparente y orar de manera sincera, sin tapujos. Pedir lo que mi corazón quiere y también estar dispuesta a que el reordene prioridades según Sus deseos.

Y estas lineas a alguien que no profesa fe, y especialmente quien no ha crecido en una relación personal y duradera con el Dios de la Biblia, y su hijo Jesucristo han de sonar locura. Pero muchos saben que no es así y si bien me duele en el alma no puedo dejar de trabajar en esto.

Pero ay por Dios que me cuesta enfrentarme a las profundidades de mi corazón. He conocido gente tan valiosa, y tengo tanto miedo de que me dejen y olviden. Tengo tanto miedo de comenzar nuevas comunidades porque simplemente amo este regalo de vida. Y claro, hay amores por ahi que quizás nunca se concreten y personas que nunca dejaran mi corazón. Me da miedo aceptar que crecer es tomar decisiones y hacer elecciones que no importa lo sabias, van a a tener costos. Y costos que no quiero pagar...

Ya result que así como alguna vez pude dejar ir el enamoramiento (y volver a tropezar con la misma ilusión ahora) orando de manera sincera, solo podré caminar hacia adelante con una oración desnuda y abierta, destapando los dolores y las cosas a las que me aferro. Soltar y aferrarme al único que se que me va a sostener.

Tengo seis semanas para despejar la cabeza y el corazón y empezar el retorno. Con fe, esperar haber dejado una marca y extrañar a mis sueños, mi amor y a mi comunidad hasta que los vuelva a ver otra vez.

Incluso si eso significa la eternidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Incendio

Falta la lluvia

New York City