Vida.Obra.Palabras.

Sacado de un cuaderno de devocionales, de esos que siempre empiezo, escribo una veintena de cosas y dejo botado. 16 enero 2007 He descubierto -¡Y por eso te alabo Dios!- que tu eres más señor de mi vida en las cosas pequeñas. o sea, es ahí donde más me cuesta dejarte el trono a ti, pero a su vez es donde más te glorificas y tu me revelas lo poderoso que eres. Es en cosas tan ínfimas como una brisa, brisa que hace que los árboles se muevan gráciles en una sutil danza, en donde yo experimento tu presencia. En pruebas como dar mi plata para la micro, actuar desinteresadamente en una acción que puede verse sin mayor importancia. Es ahí donde tu me sorprendes más y más. Creo que estas cosas son producto, y a sus vez, me llevan a una mayor intimidad contigo mi Dios. Me salvas de un estilo de vida que no vale nada, para darle verdadero sentido a mi existir. Por esta misma razón me entristece como yo misma y como mi entorno nos olvidamos de ti, y de las cosas pequeñas. Dejo pasar lo que

Also, according to the internet: Fairy Princess "Of the family" or "Daughter" And a short form of loneliness. Who knew, throughout my life story loneliness and the desire of companionship have been key triggers of my decisions  and maybe also personality traits. It was not until a couple of years ago that I truly understand the meaning of being the daughter of the Creator of the Universe, and that I was saved from furious rage with the purest form of loves. Yet I find myself with a revisited sense of loneliness sometimes, even in a crowd. It is my scar, my cross, part of my path. I don't and I won't deny it, it is part of myself and it leads me to my chronic nostalgia and melancholy. my thoughts are elsewhere, my roads are undetermined. I am free in Him and that makes me go back from the angsty loneliness to His welcoming arms, in which I can delight in times of solitude. Because solitude and loneliness are different things, in the first I grow, I

Tengo alma de coleccionista. Quizás peco de cachurera, y me da miedo que en el ocaso de mis días se me diagnostique el mal de Diógenes. Porque soy una coleccionista espontánea ¿saben? No soy de esas personas que tienen un cuarto entero dedicado a su afición, ni pequeños altares, ni mis colecciones están debidamente clasificadas y ordenadas por fecha, color o importancia. Realmente colecciono cosas que me han causado algo en mi fuero interno; recuerdos, sentimientos....avatares de algo importante para mí. Esquelas que amigos me escribieron alguna vez, servilletas, juguetitos, boletos de cine que me transportan a quienes me acompañaron o a ciertos momentos del día o de mi vida. Eso, momentos. Me gusta atesorar momentos y quizás es una de las razones principales que me impulsan a leer y a escribir. Porque no hay nada más lírico y mágico que un momento bien narrado. Es por eso que una de mis cosas favoritas son los cuentos... o quizás es gracias al cazador de cuentos. Tengo aún guardado

La expresión popular reza "partió como caballito inglés" refiriéndose a un muy buen comienzo y aun declive y/o completo abandono de la actividad, proyecto o decisión a mitad de camino. Bueno mi personalidad es un poco así. Mi vida es un poco así, en realidad. Tengo muchos sueños, ideas, proyectos pero nunca concreto nada. A veces junto el valor para comenzar algo pero a mitad de camino algo más llamó mi atención; sufro de déficit atencional existencial, que se nota y duele especialmente en este momento de mi vida, tan transitorio. Se supone que debo estar cambiando etapas pero no se de dónde ni para dónde. Tamos peor que el transantiago.